TOMA DE DECISIONES EN EL AÑO DEL
“EXILIO”
Jesús
María Serrano Tenor
Hermano
Mayor
Cuando
el pasado año nos dieron la noticia de que la iglesia había que desalojarla por
obras, se produjeron dos sensaciones encontradas, por un lado la satisfacción
de saber que el templo, abocado a la ruina, iba a ser por fin rehabilitado; y
por otra un asunto que traía aparejado, el desalojo de las imágenes del templo.
Acabábamos de llegar a la dirección de la Hermandad, y por primera vez en
muchos años nos encontrábamos con la situación de sacar a Jesús de la Iglesia
un día distinto al de su Estación de Penitencia, algo insólito. Tuvimos que
tomar decisiones y como es sabido estas nunca son del agrado de todos, pero no
hay mas remedio que tomar resoluciones en temas delicados como éste y como el
que plantearía la salida procesional más adelante.
Dos
cuestiones se nos ponían sobre la mesa ¿dónde llevar la imagen durante el
exilio? ¿Y qué pasaría en Semana Santa?
El
primer punto quedó zanjado. Nuestra imagen es una imagen devocional, con
arraigo en el pueblo y no debe quedar retirada durante estos meses que dure la
obra si no que debía guardarse el decoro. La Casa Hermandad fue el lugar más
indicado, primero porque es su casa, la de todos los hermanos y segundo porque
posibilitaba la ubicación de un altar efímero donde los fieles de Jesús
pudiesen encontrarlo con la intimidad y respeto que conlleva. Esta decisión
llevó pareja que la Casa Hermandad no pudiese ser utilizada para otros
menesteres a los cuales estaba prestando servicio hasta el momento. Esto creó
cierto intercambio de pareceres ya que una de las actividades que se
desarrollaban era la impartición de catequesis, algo sumamente importante y
valorado en nuestra Hermandad, pues la Palabra de Dios y la formación de
cristianos es un aspecto capital. Desde aquí pido perdón al párroco. Pero por
otra parte el tiempo me demostró que no habíamos errado, ya que han sido muchos
los fieles que han venido a visitarlo y han encontrado un lugar idóneo e íntimo
donde poder hablar con Él, agradecerle, implorarle y rezarle. Creímos desde la
Junta de Gobierno que era allí donde debía estar aunque eso supusiese dejar
otras actividades durante este año “especial” o de exilio. También quiero
agradecer a la Hermandad de la Borriquita el estar acompañándonos en estos
meses y acceder a que nuestra Casa sea también el cobijo de su venerada imagen.
La
otra cuestión se hace más discutida y probablemente sea la más criticada. Aquí
quiero blindar a mi Junta de Gobierno, ya que preciso que toda responsabilidad
caiga sobre mí y con ello todas las críticas. Había que tomar decisiones y se
tomaron, y como he dicho, antes nunca llueve a gusto de todos, hemos sido lo
más reflexivos posibles pero es imposible contentar a todo el mundo y en todo
momento las decisiones tomadas por la Junta han sido las que creímos por
mayoría más acordes, coherentes y acertadas. Tras estudiar todas las
posibilidades la Junta de Gobierno decide salir del pabellón del río, la actual
caseta municipal ¿Por qué? Os explico.
Lo
primero agradecer el gesto desinteresado y a la vez bondadoso y bonito que tuvo
la Hermandad de la Resurrección al ofrecernos su Casa Hermandad para efectuar
la salida. Hubiese sido un honor que Jesús Nazareno estuviese cobijado bajo
vuestro techo. Estamos en deuda con vosotros y en eterna gratitud.
Pero
como se ha explicado en varios Consejos Generales de Hermandades y Cofradías ésto
no acabó pudiendo ser y se tomó la opción del pabellón como la más adecuada,
quedando la Casa Hermandad de la Resurrección dolorosamente descartada, por
varias razones que paso a explicar.
En
un primer Consejo de Hermandades, queda claro que dicho pabellón sería una
extensión o anexo de la parroquia y que todas las Hermandades deberíamos estar
unidas y salir de allí o de otro lugar común. En una segunda reunión se cambian
los términos y finalmente se opta por que cada Hermandad de la mejor solución a
la salida procesional, se instaura la libertad, algo muy entendible ya que la
situación de todas las Hermandades no es la misma y es lícito que cada cual
vele por sus intereses. Por lo tanto aquí se abren varias hipotéticas sedes
como salida.
La
primera la Casa Hermandad de la Resurrección, un lugar propicio, pero presenta
como inconveniente dos particulares, el primero la falta de espacio. No es sólo
montar nuestro paso y salir, es organizar el cortejo de nazarenos, costaleros…,
incomodidades que en la Caseta no se darán. Segundo particular, la estación del
Viernes Santo, no salimos sólos, lo hacemos con otra Hermandad, es otro paso de
mayores dimensiones que el nuestro, más nazarenos, más costaleros. El espacio
de la Casa se hace muy reducido. A parte esta Hermandad decide que por varias
razones, todas muy respetables y coherentes, prefiere salir del pabellón del río,
ya que el montaje y desmontaje de su paso es aún más laborioso que el nuestro.
Otro problema que se nos presenta es la cuestión de desmontaje ¿en qué momento
sacamos la imagen de Jesús y el paso, cada uno por un lado? La imagen de Jesús
es una imagen devocional y una de las principales funciones de la Junta
Hermandad es velar por el decoro a la hora de manipularla para que no pierda el
aura. No podemos sacar la imagen de cualquier manera y condición un mismo
Viernes Santo, cuando existen otras posibilidades. La cercanía y el espacio del
pabellón van a hacer posible que la imagen se ausente de su altar apenas veinte
horas y lo haga mediante un traslado corto.
Probablemente
habría muchas más opciones y otras maneras de hacer las cosas, pero simplemente
hemos optado por tomar las decisiones que creímos más importantes y por
supuesto fruto de meditación y reflexión. En mi nombre tomo toda
responsabilidad, asumo las posibles críticas y demás. Pero tengo claro que
había que ser firmes con una postura y esta ha sido la elegida tras muchos
debates internos. Ruego a aquellos que no estén de acuerdo que comprendan que
es un año especial y especiales han sido las medidas. Yo anhelo el día de
abandonar este “exilio” y devolver a ese trocito de cielo que es nuestro
camarín a Jesús Nazareno.
Vuelvo
a matizar, todo se ha hecho desde la reflexión pensando en lo mejor para nuestra
Hermandad, con la mejor voluntad de que todo salga bien.